Figura 3-3. Después del traumatismo contuso (con un tornillo) en el ojo izquierdo de un paciente de 36 años, que desarrolló un hifema inicial de 3 mm que se resolvió de manera total después de nueve días, y HTO significativa que llegó a 42 mmHg, y que con terapia médica máxima (acetazolamida 250 mg QID VO) se mantuvo en rangos de 21 a 24 mmHg por más de dos meses, lo cual mantiene la posibilidad de una resolución quirúrgica definitiva; sin embargo, el paciente se pierde de seguimiento por varios meses, reactiva su atención al referir una reducción en la visión de dicho ojo, donde se aprecia un deterioro campimétrico (A y B), y es evidente una correlación estructural, como puede observarse en la asimetría de la afección glaucomatosa y su empeoramiento con el tiempo, como puede
observarse en la OCT de capa de fibras nerviosas (C y D). En la gonioscopia automatizada (E), puede hacerse evidente la extensa recesión angular. La resolución definitiva se llevó a cabo con la implantación de un Preserflo® suplementado con mitomicina C subconjuntival, y el control de la PIO a un rango de 7 a 11 mmHg. Cortesía: Dr. José Antonio Paczka.