Trastornos del neurodesarrollo. Segunda edición

La afección del cerebro puede darse in utero o ser adquirida en edades tempranas, y las diversas causas pueden expresarse desde el nacimiento, o bien, iniciarse durante el parto.
Se incluyen aspectos de diagnóstico y se consideran las causas para poder descartar que éstas no sean secundarias a la vacunación básica del niño, el diagnóstico es complejo ya que los padres y maestros siempre inician con apoyo extraescolar, o bien piensan que con el tiempo van a mejorar; a veces, es hasta que el paciente se encuentra en cursos finales cuando se presta la atención al problema, después de ser tratado por varios profesionales sin un diagnóstico adecuado.
Su detección temprana se hace a través de elementos que van desde la historia clínica, una exploración física y neurológica, la aplicación de herramientas diagnósticas, estudios paraclínicos, (neurofisiológicos, histológicos, genéticos, de imagen y laboratorio), y de acuerdo con el caso se incluye la intervención de otros profesionales clínicos.
El “neurodesarrollo alterado” abarca una amplia gama de funciones que incluye: motilidad voluntaria e involuntaria, lenguaje, audición, visión, intelecto, conducta, sueño e interacción social y conlleva la presencia de otros padecimientos, como epilepsia.
La repercusión emocional en los padres es variable y es independiente de su grado de educación; va desde la aceptación de la problemática hasta la desintegración familiar. La familia requiere apoyo psicológico o psiquiátrico, para que el problema del niño sea plenamente conocido y aceptado, y que prevalezca la integridad familiar. También es importante que al iniciar la escolaridad, sean plenamente aceptados tanto por el personal docente como por los compañeros.
El tratamiento de alteraciones, como el autismo, que se ha incrementado en forma considerable ya que por sus características tiene un lugar importante dentro de la Neurología Pediátrica.
El diagnóstico y tratamiento de la parálisis cerebral es un problema, sobre todo cuando el paciente tiene menos de seis meses de edad y no se diagnostica de manera oportuna con secuelas importantes. Es por ello que debemos adelantarnos a las manifestaciones clínicas y brindar un tratamiento temprano y adecuado.
El TDAH ahora se reconoce como un trastorno en el que hay varias controversias, tanto en su existencia, abordaje y tratamiento como en su evolución e incluso en la edad adulta, se incluye un capítulo que será de interés no sólo para el neuropediatra y el psiquiatra infantil, sino para el neurólogo general y profesiones relacionadas con la salud mental del niño.

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